Polilla tramposa. DEVIR

Polilla tramposa. ¿No se pueden hacer trampas? ¡No en este descarado juego! Siendo hábil al hacer trampas y astuto al descartar tus cartas intentas ser el primer jugador en deshacerte de todas tus cartas. Sería una tarea sencilla si no fuera por la vigilancia del chinche guardián.

¿Cómo se juega a la Polilla tramposa?

El jugador de más edad recibe la carta de chinche guardián y se la queda delante de él. Se reparten 8 cartas a cada jugador y el resto se colocan en la mesa, dando la vuelta a una de ellas. Los jugadores deben ir desprendiéndose de cartas teniendo en cuenta que deben jugar una carta con un número inmediatamente superior o inferior a la que esté en la pila de descartes.

El resto de jugadores pueden hacer desaparecer sus cartas como quieran, por ejemplo, las pueden dejar caer debajo de la mesa, tirarlas por encima de sus hombros o esconderlas en la manga, así como cualquier otra cosa que se te ocurra y sea divertida. Eso sí, aún pudiendo hacer trampas hay unas normas que debes respetar (no puedes hacer desaparecer más de una carta a la vez, no puedes hacer desaparecer tu última carta haciendo trampas...)

El que tiene la carta de chinche guardián no sólo no puede hacer trampas, sino que tiene que vigilar que el resto de jugadores no las hagan y si ha detectado alguna debe decir en voz alta ¡Te pillé". Si el chinche guardián cree haber visto alguna trampa y está en lo cierto, el jugador "tramposo" debe volver a quedarse la carta y el guardián te dará una carta adicional. También recibirá la carta de chince guardián. Si por el contrario, el chinche guardián se equivoca, y el jugador no estaba haciendo trampas, el chinche mantiene la carta y tendrá que robar una carta adicional.

El resto de jugadores no podrán decir nada... Gana el juego el primer jugador que se haya deshecho de todas sus cartas

Contenido del juego 72 cartas de las cuales:

• 20 cartas son de acción (5 cartas de araña, 5 cartas de mosquito, 5 cartas de cucaracha y 5 cartas hormiga)
• 43 cartas de número
• 8 polillas tramposas
• un chinche guardián

¿Por qué nos gusta la polilla tramposa?

La Polilla tramposa de Devir es un divertidísimo juego en un práctico formato para llevar a cualquier sitio, es un juego muy familiar y debe ser de los pocos juegos donde hace trampa está permitido, no solo eso, es casi obligatorio. Este juego nos garantiza muchas risas.